Los vecinos,
residentes y usuarios de la Playa de Abinaga, estamos anonadados por
el estado de abandono que sufre esta parte de la Reserva de Biosfera
de Urdaibai. Abandonados por los dos Ayuntamientos afectados; el de
Busturia y el de Sukarrieta, pero también por el Departamento de
Medio Ambiente de la Diputación –gestora de los servicios
playeros-- por la Agencia Vasca del Agua URA –responsable del
litoral y de los ríos-- y la propia Demarcación de Costas del País
Vasco que tendría que velar por la defensa y buen uso del dominio
publico marítimo terrestre.
El litigio que
enfrenta a los dos ayuntamientos –el de la eliminación de
enclaves-- no hace mas que perjudicar a las dos barriadas de Abina
–con 72 viviendas y 4 locales comerciales o hosteleros--, ya que en
vez de limitarse al asunto de la forma de eliminar el enclave por
mandato de la Ley, los ayuntamientos han dejado de colaborar en la
“coordinación inter-administrativa” con el fin de implementar
análisis y soluciones a los problemas de la Playa y su entorno.
Así asuntos de la
competencia municipal como la ordenación del trafico y de los
aparcamientos se convierten de imposible solución. Así vemos que
nadie vigila el aparcamiento de Santarena (550 plazas), que los
automóviles aparcan en las cunetas de los accesos y de las salidas,
que no existan zonas de carga y descarga en Abinaga, que lo normal
es la coches aparcados en doble fila por horas, y que muchos de ellos
se estacionan en curvas, zonas estrechas, o zonas de carga-descarga
en Busturia con total impunidad.
A esto hay que
unirle las soluciones de ordenación del trafico adoptadas por el
Ayuntamiento de Busturia que obligan a los vecinos y servicios a
recorrer 1 Km de ida y 1 km para entrar y salir de las barriadas.
Mientras se privatizan –de facto-- caminos públicos en Arrizuriaga
o en Iturriondo, se obliga a camiones de reparto a circular por el
estrecho vial peatonal de Motrollu –2,80 mts de ancho-- que es un
camino muy transitado por peatones y ciclistas con evidente peligro
para los mismos. Todo ello a pesar de la colocación de semáforos en
el cruce de Bulukua en Axpe, que posibilitaría una salida para
muchos usuarios a través de Iturriondo, urkitze, e Urkitzedorre
siendo el único tramo a mejorar el ancho y los setos en toda su
longitud por lo establecido en la reglamentación de cierres y
vallados – que exige una retirada de 1 metro en caminos rústicos y
tres en vías urbanas-- y en el convenio urbanístico que se firmo
con los dueños del solar de Iturriondo que nunca ha sido cumplido.
En todo caso, el
“establecimiento de alineaciones y rasantes” es uno de los
instrumentos del urbanista, que en Busturia se han abandonado por los
responsables, sean técnicos o políticos --de tos los colores--,
para prevenir y dar soluciones a los problemas de circulacion que
hemos mencionado. Pero no sabemos por que obscura razón el
Ayuntamiento de Busturia ha mirado hacia otro lado en su obligación
de defender los viales públicos de la localidad de la rapiña de los
“propietarios”, que en día si y otro también van rascando y
privatizando porciones del dominio publico de carreteras y viales de
la localidad, cuando sus propios coches son cada día mas grandes y
aparatosos.
La Diputación de
Bizkaia contrata a una empresa para que realice las gestiones de
Hondartzainas, pero las dos personas que realizan esta labor se
limitan a vigilar el entorno del Chiringuito de Abina, siendo su
única obsesión aparente el perseguir a los perros, pero que ante
las quejas de los usuarios afirman tener ordenes de “dejar a los
coches en paz” o que la cuesta de Abinaburu o la entrada y parking
“es otra localidad” como si fueran empleadas del Ayuntamiento de
Sukarrieta, del que parecen emanar las ordenes para estas vigilantes
denominadas popularmente como “guardamokordos” y “wachimanes”
por su bajo perfil.
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