COSTA 
 Busturia paraliza un vertido «ilegal» de escombros que afecta a parte del río Mape
El  Ayuntamiento de Busturia ha ordenado la paralización  inmediata de un  vertido «ilegal» de escombros por parte de una conocida  empresa de la  zona que ha afectado a parte del río Mape y a su afluente  Gorbeia hasta  el punto de obstruir el curso del agua. Los trabajos de  relleno  carecen de la correspondiente licencia municipal y, según un  informe  técnico, afectan tanto a los arroyos, como a la flora y fauna  del  entorno. Al parecer, el material depositado procede de una de las  obras  que acomete en la actualidad el Consorcio de Aguas de Busturialdea   para mejorar el saneamiento de Urdaibai.
 «A  priori, no es contaminante, pero este desecho inerte  necesita un  tratamiento y depósito adecuado, y no dejarlo en cualquier  lugar sin  los permisos pertinentes y sin saber las consecuencias que  pueda  acarrear en el medio ambiente», explicó el alcalde de Busturia,  Andoni  Elorrieta. La Ejecutivo local enviará una notificación de lo  sucedido  al Patronato de Urdaibai para que compruebe los daños y efectúe  la  consiguiente denuncia. «Existen ejemplares autóctonos como la rana   patilarga o el visón europeo que habitan en el área y han podido verse   perjudicados», añadió el máximo mandatario.
 Plan de recuperación  
 El  Consistorio reclama, además, al Consorcio de Aguas que  en sus  actuaciones «exija a las empresas adjudicatarias que notifiquen a  dónde  van a parar los escombros recogidos de sus obras. Es una práctica   habitual saber en que terreno se depositan las extracciones de tierra o   de cualquier otro elemento», afirmó.
 Elorrieta  recriminó este tipo de actuaciones que «echan  al traste el esfuerzo de  colectivos y administraciones. Hace un año, la  Diputación se gastó  100.000 euros en recuperar una parte de la ribera  del Mape y ahora no  vamos a tolerar este tipo de daños», recalcó.
 
Comentarios
La competencia en materia de disciplina urbanística es del Ayuntamiento, y este puede y debe actuar en consecuencia, abriendo un expediente como dios manda, imponiendo la sanción económica correspondiente y por supuesto ordenando la restauración del terreno a su estado previo natural, y se ve grave la actuación poniendo en manos de la fiscalía de medio-ambiente el asunto.