El eucaliptus y las especies alóctonas crecen en los montes de Urdaibai; por encima de las normas protectoras y la moratoria de su plantación.

Allá donde se expanden estos cultivos, los bosques autóctonos van desapareciendo

Todas las especies de eucalipto, más de 500, son nativas de Australia y de algunas islas de Oceanía. Sin embargo, y debido a la intervención humana, su expansión es global. En el Estado se introdujo a mediados del siglo XIX y posteriormente se empezó a plantar de manera masiva para su aprovechamiento comercial, sobre todo en la producción de celulosa. A día de hoy, en el Reino de España los eucaliptos pueden definirse como especies exóticas invasoras: exóticas, por su origen, e invasoras, por su capacidad establecerse y reproducirse en los ecosistemas propios, transformándolos y produciendo impactos negativos para la naturaleza autóctona.

El Reino de España cuenta con alrededor de 28 millones de hectáreas de superficie forestal, el 58,8% del territorio estatal, de las cuales, unos 18 millones de hectáreas corresponden a bosques y unos 10 millones a superficie forestal no arbolada. Actualmente existen 1,5 millones de hectáreas ocupadas por cultivos arbóreos de eucaliptos en el Estado Español, el equivalente a la suma total de la superficie de las comunidades autónomas de Asturias y Cantabria juntas.

La expansión de la ocupación de los monocultivos forestales de estas especies es de gran gravedad en el norte de la península ibérica, en particular en Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco. En Bizkaia, a principios de 2021 se estimaban unas 21.500 ha, en Araba unas 1.350 y en Gipuzkoa unas 1.210. La plantación de eucalipto se ha visto incrementada “notablemente” en Bizkaia (ver inventario forestal). Actualmente, la superficie ocupada por esta especie supone, con 22.943 hectáreas, el 18,6% de los terrenos forestales.

Efecto medioambiental negativo

Estos monocultivos impactan sobre los ecosistemas, tanto durante su plantación, como en las fases de crecimiento y recolección. Por otra parte, este tipo de monocultivos arbóreos se están implantando en muchas ocasiones dentro de espacios protegidos, como es el caso de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en zonas de alto valor ecológico o en lugares donde se desarrollan hábitats sensibles o especies amenazadas, haciendo peligrar la supervivencia de estos ecosistemas y especies.

Además, destacamos que el carácter invasor de esta especie ha sido ratificado por dos dictámenes del Comité Científico del MITECO en 2012, donde se destaca el carácter invasor y potencial peligrosidad de la especie exótica Eucalyptus nitens, y en 2017, en el que las científicas miembros del comité (Esto, ¿qué es’) consideraron que “los datos científicos disponibles, recomiendan extremar la precaución con nuevas introducciones y plantaciones de Eucalyptus sp., y siempre que se observe naturalización de cualquier especie de este género en nuestro territorio se recomienda un seguimiento local y llevar a cabo medidas de erradicación antes de que se produzca la invasión”.

El propio Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco encargó un estudio a un equipo de expertos de la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea y de la Sociedad de Ciencias Aranzadi.

La conclusión final de dicho estudio es que los eucaliptos tienen “un efecto ambiental negativo, tanto en el País Vasco como en el resto de la península”. El informe indica además que la expansión de las plantaciones de eucaliptos “puede ocasionar serios efectos ambientales”, tanto en los suelos y la hidrología como en la biodiversidad.

Conscientes de las potenciales consecuencias negativas sobre el medio ambiente por la proliferación de esta especie, el 13 de marzo de 2022 las Juntas Generales de Bizkaia se marcaron como objetivo político (en respuesta a la presión social) frenar la expansión del eucalipto; desgraciadamente, sin llegar a su inclusión en la lista de especie invasoras, y por lo tanto iniciar su erradicación de nuestros montes, y su posterior regeneración ambiental y re-naturalización. La moratoria prohíbe, sobre el papel del Boletín Oficial, la plantación de nuevos ejemplares de esta especie en los montes de Bizkaia y de la Cuenca del río Oka hasta el 31 de diciembre de 2025.

Las especies de árboles autóctonas, aun teniendo tasas de crecimiento más bajas, constituyen sumideros de carbono más duraderos y estables, por eso es importante conservar nuestros bosques. Sin embargo, las especies de crecimiento rápido como los eucaliptos, a parte de las graves consecuencias ambientales que provocan en los ecosistemas y de su potencial invasor, constituyen sumideros de carbonos temporales y no estables. Además, durante todo el proceso de transformación de los cultivos de eucaliptos para su uso, entre otras cosas, como pasta de papel, se generan grandes cantidades de gases de efecto invernadero: durante la corta y extracción de la madera, durante el transporte por carretera de los troncos, y a consecuencia del consumo de combustible en los hornos secadores. Por lo tanto, los cultivos arbóreos basados en la implantación de especies exóticas no pueden actuar como soluciones eficaces para que sirvan como sumideros de carbono.

Datos del Inventario forestal de 2022-2023

Sin embargo los datos del Inventario forestal realizado --y recientemente publicado-- por el Gobierno Vasco relativo al año 2023 demuestran un estado de nuestros montes, que tal moratoria no ha sido aplicada en Bizkaia y en Urdaibai, según se recogen en tal documento oficial al que habrá que darle una consideración de veracidad, lo datos son los recogidos en los siguientes cuadros:

 

Baso Mapa 2022-2023
Eukalipto azalera:	2022 urtea	2023 urtea	Guztira
Bizkaia Osoan	22.311 ha	22.945 ha	+ 634 ha
Urdaibai-Oka arroa	3.318 ha	3.448 ha	+ 130 ha

https://www.euskadi.eus/eaeko-baso-mapa-2023/web01-a3estbin/eu/

BASO MAPA 2022 – 2023

https://www.euskadi.eus/mapa-forestal-cae-2023/web01-a3estbin/es/

BIZKAIKO LURRALDE HISTORIKOA

BASO MAPA BIZKAIA	2022	2023	2022-2023
BASO AZALERA GUZTIRA	132.231 ha	131.992 ha	-239 ha
BASO AUTOKTONOA	31.920	31.839	-81
LANDAKETA BASOA	100.312	100.153	-159
PINUS RADIATA	56.748	54.397	-2.351
PINUS PINASTER	4.794	5.363	+569
CRIPTOMERIA JAP.	856	1.109	+253
SEQUOYA	86	131	+ 45
EUCALYPTUS spp	22.311	22.945	+634
QUERCUS RUBRA	1.413	1.450	+37
ROBINIA PSEUDACACIA	444	555	+111

 

URBAIBAIKO BIOSFERA ERRESERBA

BASO MAPA OKA ARROA	2022	2023	2022-2023
BASO AZALERA GUZTIRA	15.125 ha	15.150 ha	+ 25 ha
BASO AUTOKTONOA	4.622	4.624	+2
LANDAKETA BASOA	11.403	11.425	+22
PINUS RADIATA	6.725	6.375	-350
PINUS PINASTER	398	474	+76
CRIPTOMERIA JAP.	96	113	+17
SEQUOYA	1	1	0
EUCALYPTUS spp	3.318	3.448	+130
QUERCUS RUBRA	107	113	+6
ROBINIA PSEUDACACIA	57	75	+18

 

Algunas conclusiones

A priori, las organizaciones ecologistas ya alertábamos de que la moratoria podía quedar en un anuncio baldío si no iba acompañado de un reforzamiento de las medidas de control y vigilancia de las plantaciones ilegales. Así como del establecimiento de medidas sancionadoras coercitivas para las empresas del sector forestal que accedan a realizar nuevas plantaciones de eucalipto durante la moratoria, este extremo es evidente que ha sido incumplido.

Tampoco vemos la mas mínima intención de incluir en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, regulado por el R.D. 630/2013, de 2 de agosto, bajo el criterio de la IUCN (2000), a todas las especies de Eucalyptus naturalizadas en el Reino España por su carácter invasor y capacidad transformadora del medio, y se recomienda extremar la precaución con cualquier otra especie de este género cuyo destino sea la explotación forestal debido al alto riesgo de invasión que acarrean.

A pesar de que en el Plan Rector de Uso y Gestión de Urdaibai, donde se pretende una ordenación hidrológico-forestal que reduzca el elevado riesgo de deterioro ambiental, en el convencimiento de que una explotación racional además de constituirse en un indudable factor de renta, puede rendir importantes beneficios ambientales, esta es incumplida cuando no boicoteada por las propias administraciones. La estrategia de ordenación se centró en proteger específicamente el fondo de la cuenca–estuario, marismas, litoral y encinares cantábricos, las zonas altas de cabecera, las regatas y cauces que constituyen la red de drenaje y de corredores ecológicos y el patrimonio arqueológico, en tanto que para las zonas medias y laderas se propone un nivel de protección menos estricto. Se planteaban dos líneas de actuación prioritarias:

• Máxima protección a los bosques de especies autóctonas, con incremento de su superficie y recuperación de los bosques de ribera.

• Control de la actividad forestal productiva, referida tanto al tipo de manejo como a su localización y extensión territorial.

Tales objetivos se concretan en la regulación de los actos de uso del suelo sobre las distintas áreas en que fue zonificado el conjunto del suelo no urbanizable, según sus valores ambientales y su capacidad de acogida, que se reglamentan después en los planeamientos urbanísticos de cada municipio. Cuyas licencias urbanísticas de corta y plantación de masas forestales y obras asociadas a la industria forestal –previo informe sectorial forestal y medioambiental—, se convierten en el único instrumento jurídico para cumplir y hacer cumplir ese régimen de usos y actos urbanísticos establecidos en esas normas de obligado cumplimiento.

Entre los motivos que denunciamos están el que no ha habido intención real de cumplir la moratoria para la concesión de nuevas superficies de plantación de eucaliptos, ni la erradicación de las plantaciones y los ejemplares asilvestrados en los espacios naturales protegidos y en zonas de importancia hidráulica. Estas medidas han sido incumplidas por parte de ayuntamientos, DFB, Agencia Ura y Patronato de Urdaibai, en una continua táctica precocinada de echarse la culpa los unos a los otros, para dejar la gestión forestal en manos de las empresas del sector.

Deforestación Importada del tercer mundo

Asimismo, recordamos que es urgente la aplicación del Reglamento europeo para frenar la destrucción de los bosques en el mundo, ya que evitaría la pérdida de servicios ambientales, y la pérdida económica, social y ambiental asociada al daño a ecosistemas que son imprescindibles para mantener la producción de alimentos.