Epístola de Vitruvio a Foster




 
Epístola de Vitruvio a Foster

Hoy, 16 de noviembre, como conmemoración del Día Internacional del Patrimonio Mundial de UNESCO que se celebra desde 1972, parece oportuno recordar esta misiva desde la cultura clásica a Sir Norman Foster.

Hace ya siglos, un antecesor suyo el arquitecto romano Marco Vitruvio Pollione (c80 aC-c20 aC) de la época del emperador Augusto estableció en su tratado De Architectura, un colosal compendio en diez libros todo el saber arquitectónico desde la Antigüedad con los principios teóricos reguladores que constituyeron la pauta seguida por los grandes tratadistas y arquitectos del renacimiento: Leon Battista Alberti (1404-1472), Sebastiano Serlio (1475 -c.1554), Jacopo Barozzi de Vignola Vignola(1507-157) y Andrea Palladio (1508-1580). Estas disposiciones compositivas siguen siendo válidas en la actualidad, entre ellas la exigible armonía arquitectónica entre las partes y el todo.

Contemporáneamente el Dr. arquitecto y profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Donostia Unai Fernández de Betoño en su tesis “El factor escala. Práctica y poética del tamaño” analiza y actualiza con rotundo rigor los principios vitruvianos aplicados a la composición arquitectónica. Parte de los problemas que crea la alometría arquitectónica, el estudio de las relaciones ente el crecimiento y la estructura formal y lo contempla desde el aspecto de la escala. 

El arquitecto vasco, con docto razonamiento, establece tres relaciones cuantitativas, los conceptos de escala, proporción y tamaño, que no son sinónimos en la arquitectura:

  • El tamaño es la dimensión de algo. Un concepto concreto, objetivo e independiente , ya que no conlleva comparación subjetiva alguna. (largura, anchura y altura)
  • La proporción es la correspondencia o razón entre diferentes partes de una misma cosa, o entre las partes de una cosa y el todo de la misma. Un concepto que compara los diferentes tamaños de los componentes, o los de estos y su conjunto.
  • La escala es la correspondencia entre el tamaño de, al menos, dos cosas diferentes: es decir entre el tamaño de una cosa y su entorno. Se trata de una noción que compara cosas distintas, contextualizándolas para hacerlas inteligibles y mensurables. La percepción del entorno es, por consiguiente, la que otorga escala a la obra arquitectónica.
Así, proclama: la escala jerarquiza a la arquitectura, definiendo no sólo la relación entre las partes y el todo, sino vinculando además esa conexión con el entorno, haciendo así que un edificio sea inteligible, ponderable. La escala no es más que una visión humana del tamaño. El modo como nos relacionamos explícita o poéticamente con la arquitectura.


El proyecto de Ampliación y Reforma del Museo de Bellas Artes de Bilbao redactado por equipo Norman Foster&Partners y LM Uriarte Arkitektura S.L.P. ignora estos parámetros y prescinde del concepto de jerarquía arquitectónica que el edificio existente posee desde su inauguración en 1945, basada en su propio orden compositivo, forma y textura que le ha otorgado la categoría, inicialmente de monumento histórico-artístico (1962) y posteriormente de bien cultural (1990), con el máximo grado de reconocimiento, que se reafirma en la Ley 6/2019, de Patrimonio Cultural Vasco catalogado de “protección especial”. De modo insólito, Foster propone no una ampliación sino una yuxtaposición con un gigantesco paralepípedo añadido (71 x 50,50 metros y 15,78 de altura) que se impone asimétricamente, aunque retrasado, por encima del actual edificio (57x16,8 metros y 11,68 hasta la cornisa) y con unos exagerados vuelos laterales de 15 metros hacia el parque y 22 sobre el espacio Arriaga. Visualmente lo aplasta, prescinde del sentido de la coherencia, la armonía y destroza todo el equilibrio y serenidad de su arquitectura que desde su construcción ha sido acogida benevolamente en el parque Asimismo, demuestra que también se sobrepone a las leyes que protegen tanto el Museo, como la silueta paisajística del Parque, catalogado como Conjunto de Conservación Integral. Lo que en todas las leyes de patrimonio cultural se califica como “añadidos degradantes”.

Es difícil entender que usted desprecie unas tradicionales e históricas normas compositivas basadas en la cultura arquitectónica respetada a lo largo de los siglos. Pero es aborrecible que unos políticos y funcionarios con importantes responsabilidades legos en la materia y carentes de toda sensibilidad, pésimamente autoengañados por un fraudulento informe externo, comprado a un arqueólogo muy mercantil, al que por compromiso le acompañan dos firmas más, queden cegados por una obsesión megalomaniática y admitan tantas ilegalidades.

Pero sepa también, respecto a la agresividad de su proyecto, que no podíamos permanecer, como el desprestigiado, socialmente, Colegio de Arquitectos en silencio cómplice e interesado por prebendas con las administraciones . Hasta ahora 72 arquitectos hemos suscrito un manifiesto en defensa del integridad del museo al que también se han adherido personas de la enseñanza y licenciados en Bellas Artes, pintores y otros profesionales diversos. Resulta sorprendente, sino decepcionante, el pánico profesional a sumarse a este movimiento reivindicativo por el miedo que infunden las represalias de la administración. Frente a este atentado arquitectónico recurriremos a cuantos organismos y tribunales sea preciso para rechazar, paralizar y olvidar esta amenaza y defender la integridad del Museo de Bellas Artes de Bilbao.

Iñaki Uriarte

Arquitecto

Bilbao


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