Azpeitia, un reflejo de la potencia del municipalismo

Vista general de Azpeitia desde Munoaundi./
Vista general de Azpeitia desde Munoaundi.

El presente y el futuro de la izquierda se juega en las elecciones locales, y sólo una gran red de municipios de progreso permitirá crear las condiciones para cambiar y mejorar. Las siglas no pueden ser excusa cuando se trata de justicia y dignidad.

Alcalde de Azpeitia
 
HORDAGO
2018-11-02

No sorprenderemos al lector con un dicho muy conocido que viene a decir que los ayuntamientos son las instituciones más cercanas a la ciudadanía y que, por tanto, son los destinatarios principales de sus necesidades, agradecimientos y también de sus frustraciones e iras.

Tampoco sorprenderemos a nadie afirmando que esta cercanía al ciudadano de las entidades locales no se corresponde con el reparto competencial o de recursos que se plantea frente al resto de instituciones públicas. Por todos es sabido que el municipio es la hermana pobre de la caridad en cuanto a recursos. También es significativo la poca visualización y repercusión mediática de las políticas locales con respecto a la de las demás instituciones.

Sin embargo, el municipalismo tiene un potencial enorme. Que pensará el lector cuando se entere de que en Azpeitia, un municipio que no llega a los 15.000 habitantes, existe una línea de ayudas por la que se están complementando las pensiones hasta los 1.080 euros. Todo el que desee transformar y cambiar nuestra sociedad, para convertirla en un mejor lugar para vivir, tiene que estar en la política local.

Porque el municipalismo es la práctica de la política real y cercana al servicio de la ciudadanía, y a pesar de todas las limitaciones, tiene un potencial que es desconocido por muchas fuerzas de las izquierdas de nuestro país. En ese sentido, creemos, sinceramente, que todo proyecto transformador debe pasar por los ayuntamientos y, además de conocer las limitaciones estructurales, crear una enorme red de transformación de la realidad día a día junto con la gente de nuestros pueblos. Aprendiendo y promulgando una política de llegar a acuerdos, haciendo una política que se compagine con la hegemonía local, teniendo un pie en la institución y otro en la calle y dando pasos seguros, porque en el municipio no hay que dejar a nadie en la cuneta.

Todo proyecto transformador debe pasar por los ayuntamientos, aprendiendo y promulgando una política de llegar a acuerdos que se compagine con la hegemonía local, con un pie en la institución y otro en la calle, y dando pasos seguros, porque en el municipio no hay que dejar a nadie en la cuneta

El pegarnos como anclas a la tierra municipal nos enseñará que :
  • - Podemos transformar y mejorar la vida de la gente.
  • - Podemos articular políticas en las que se complementen las pensiones.
  • - Podemos otorgar becas a los que quieren estudiar carreras o masters y carecen de recursos.
  • - Podemos ayudar pagando la mitad del alquiler mensual a jóvenes y personas necesitadas.
  • - Podemos activar la economía local con un plan de estímulos.
  • - Podemos paralizar las grandes superficies.
  • - Podemos ayudar pagando parte del alquiler y las reformas de nuestro pequeño comercio.
  • - Podemos construir y activar una casa de la mujer que luche por la igualdad con políticas reales a favor de la dignidad de las mujeres.
  • - Podemos subvencionar las actividades extraescolares para que toda la ciudadanía y también la más necesitada tengamos el mismo derecho a la educación.
  • - Podemos construir servicios sociales nocturnos para gente necesitada y para las personas ancianas de nuestro pueblo.
  • - Podemos crear unos servicios sociales que intervengan en las familias con problemas sociales.
  • - Podemos pagar las cuotas de quienes emprenden.
  • - Podemos diseñar e implementar planes de integración para quienes vienen de fuera.
  • - Podemos enseñar gratuitamente euskera.
  • - Podemos priorizar y visualizar la labor de nuestros agricultores y agricultoras e impulsar su actividad con un mercado que comercialice los productos locales.
  • - Podemos cerrar un vertedero.
  • - Podemos defender la política pública del agua y apostar por un control de su consumo individual.
  • - Podemos evitar que a nadie se le corte el suministro de agua.
  • - Podemos reciclar más del 70% de nuestros residuos.
  • - Podemos pasar a tener menos del 8% de desempleado.
  • - Podemos apostar por la formación universitaria concertando acuerdos con las universidades para que impartan cursos en nuestro pueblo.
  • - Podemos apostar por la formación profesional con acuerdos con centros de formación profesional.
  • - Podemos regular el turismo.
  • - Podemos reivindicar a las empresas locales la necesidad de mejorar las condiciones de trabajo y presionarles.
  • - Podemos crear una red de asesoramiento y búsqueda de empleo individualizado.
  • - Podemos reforzar, mejorar y abrir nuevos servicios públicos.
  • - Podemos escanear y poner en la red todas las facturas que superen los 3.000 euros para que cualquiera pueda revisarlos e inspeccionarlos.
  • - Podemos publicar todos los sueldos y datos económicos del Ayuntamiento
  • - Podemos hacer un plan estratégico con toda la ciudadanía, poniendo un horizonte para el municipio y superando los cortoplacismos.
  • - Podemos confeccionar los presupuestos municipales con la ciudadanía.
  • - Podemos apostar a que, además de los formalismos usuales, el Ayuntamiento participe en los foros sectoriales llámese cultura, deportes o educación, en igualdad con las organizaciones para confeccionar políticas conjuntas y coordinadas.
  • - Podemos apostar por un modelo cultural que fusione al Ayuntamiento con el sector cultural de Azpeitia, creando un modelo novedoso que programa un acontecimiento cultural para la ciudadanía cada dos días.
  • - Podemos apostar por otorgar becas a los creadores de cultura, aunque sean impugnadas por el delegado del gobierno.
  • - Podemos apostar por recoger nuestra historia y realizar un acuerdo estratégico con Aranzadi para recuperar nuestra memoria histórica.
  • - Podemos homenajear a los y las resistentes, como las prisioneras republicanas andaluzas que murieron en la cárcel del municipio junto con sus familias.
  • - Podemos apostar por la convivencia, recoger las vulneraciones de todos los derechos humanos de las últimas décadas y homenajear a todas las víctimas.
  • - Podemos realizar actos de integración y reconocimiento de la inmigración que vino con el franquismo, como hacer ondear la bandera de Extremadura en las fiestas del pueblo.
  • - Podemos hacer un urbanismo pegado a los barrios, respondiendo a las necesidades de las más pequeñas.
  • - Podemos impulsar que cada 15 minutos pase un autobús por el pueblo.
  • - Podemos crear una red de bidegorris.

El poder de transformación es enorme, y seguramente nos dejemos muchas, pero siempre queremos más y tenemos que hacer equilibrios, ya que no todo es posible al instante. Azpeitia tiene muchos retos de cara al futuro y muchas batallas que se deben afrontar en la búsqueda de la dignidad de todos y todas.

Sin embargo, queremos y debemos subrayar la potencialidad del municipalismo. Sin duda, el presente y el futuro de la izquierda se juega en las elecciones locales. Sólo una gran red de municipios de progreso permitirá crear las condiciones para cambiar y mejorar. Tenemos que ser capaces de convencer a tanta gente inquieta por la actual incertidumbre, y para ello debemos pasar de una posición de comodidad y critica en el plano teórico a hacer cosas reales que transformen la realidad desde lo más cercano y vital. Nadie está de sobra. Es necesaria una gran suma entre diferentes. Todos los que creamos que podemos avanzar debemos llegar a un acuerdo de mínimos y revisar nuestras siglas, que no pueden ser excusa y que en ningún lugar pueden ser obstáculos ni límites.
Es necesaria una gran suma entre diferentes. Todas las que creamos que podemos avanzar debemos llegar a un acuerdo de mínimos y revisar nuestras siglas, que no pueden ser excusa y que en ningún lugar pueden ser obstáculos ni límites
Apostemos por un camino en común, primero, en lo que se pueda, y luego…. luego el camino nos enseñará y nos hará o dirá, como decía Machado. Es hora de cambiar el escenario en el que vivimos y que nos frustra en innumerables municipios. El potencial es enorme, y todos los que creamos en políticas como las que hemos desarrollado en Azpeitia nos tenemos que encontrar, en las grandes capitales o en Irun, Barakaldo, Bermeo, Llodio o la propia Azpeitia. Dialogar y encontrar soluciones para que todos nos sintamos cómodos, en el formato y en las formas que sean. Tenemos una enorme responsabilidad sobre nuestras espaldas, y atomizados y cada uno por su cuenta es imposible, así que construyamos en común una alternativa real para nuestra ciudadanía. Las grandes diferencias insalvables pierden sentido cuando podemos cambiar el mundo desde abajo. No hay excusas cuando se trata de la justicia y de la dignidad.

No hay excusas cuando se trata de, como dice Jon Sobrino, practicar la justicia, amar con ternura y caminar con humildad.

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