OBRAS DESTRUCTIVAS EN EDIFICIO HISTÓRICO - ARTÍSTICO NO PROTEGIDO DE ALTAMIRA

Foto de la casa Incluida en el Proyecto de Catálogo (2000)

Busturia a 17 de diciembre de 2014.

Llevamos años observando, con honda preocupación, las obras y soluciones arquitectónicos que su actual dueño ejecuta en el Chalet Bidebarri -Tokialai (en el Barrio Altamira nº67) con ejecucion de ampliaciones en semisótanos, terrazas, pérgolas y demás anexos, que según  varios vecinos y técnicos  suponen una agresión a un edificio de valor histórico-artístico no recogido en el litado provisional del Gobierno Vasco, ni recogido en el articulo 265 de la vigentes Normas Urbanísticas, pero si incluido en el Catalogo De Edificación Protegida  que en Junio del año  2.000 (hace 14 años) elaboró el Historiador  Gorka Pérez de La Peña Oleaga que le debían haber otorgando un rango de protección especial  por su interés histórico artístico. Desgraciadamente este documento se quedo en la aprobación inicial por presiones del entonces arquitecto municipal, sin que se llegara a publicar en el Boletín  y por ello sin efecto jurídico, a pesar de las promesas electorales realizadas por unos u otros, o la recomendación del Plan de Acción de la Agenda Local 21. La ficha propuesta era la siguiente:
ELEMENTO No 69.
Denominación. Chalet (Bidebarri-toki-alai).
Localización: Altamira, 67.
Nivel de Protección. 3. Se debe conservar la configuración volumétrica, la cubierta y los forjados. Esto se debe compatibilizar con las directrices de la normativa general.
Autor.
Anastasio Arguinzoniz.
Datos Histórico-Artísticos. Este chalet es un correcto ejercicio de regionalismo neovasco realizado en 1923 por Anastasio Arguinzoniz.
Estado de conservación. Bueno.
Localización plano. Azul 69.

Esta edificación fue realizada por  D. Anastasio Arguinzoniz1, que  tiene buenas e importantes obras Arquitectónicas dentro del termino municipal, y cuya vinculación con este municipio y sus gentes era muy conocida, y en especial su relación de “maestro” con el pintor local José Maria Ucelay.

Es decir que en todo caso el promotor de las obras debe seguir un proyecto técnico que ha de cumplir con las disposiciones de las Normas Urbanísticas de Busturia, una vez logradas las licencias urbanísticas el Ayuntamiento exigir su cumplimiento,  con los limites generales de composición, estética y materiales impuestos en el capitulo VII ORDENANZAS DEL ESPACIO EXTERIOR.

Una vez leído el expediente de las obras,  existe en el mismo un único Proyecto Técnico, y unos informes técnicos que datan de los principios de la década pasada, para  luego seguir con una maraña de licencias de obras menores e informes técnicos que se pierden en el tiempo. Muchas de las cuales,  objetivamente no lo son, dado que contemplan ampliaciones, nuevos sótanos y estructuras... que según la legislación precisan de proyecto firmado por técnico competente. Actualmente están construyendo en su fachada sur un entramado metálico que a todas luces tiene la intención de convertirse en un mirador o invernadero, que además de afear el edificio, supone una ampliación de la superficie construida a afectos de edificabilidad permitida, a un edificio que se encuentra “fuera de ordenación tolerada” por no disponer de la parcela mínima exigida por la normativa urbanística.

RESPONSABILIDAD DEL ARQUITECTO MUNICIPAL

Desgraciadamente muchos de las obras que criticarnos tienen el informe favorable2 de un folio del Arquitecto Municipal, persona contratada para asesorar a la Corporación Municipal sobre la legalidad y bondades técnicas de las obras que se pretenden realizar en Busturia, y de vigilar la correcta realización de las mismas. Sin entrar a rebatir puntualmente todos sus desafortunados argumentos, objeto de otro tipo de debate y medio, se ha permitido profanar la figura trascendental de del arquitecto Anastasio Arguinzoniz y ha ofendido a la cultura vasca en su expresión arquitectónica.

Es evidente que el título de arquitecto, sólo iguala pero no equipara. No somos catedráticos, somos sólo kaletarras, pero gracias a la providencia conocemos a arquitectos con diferente visión a la mostrada en el servicio de Asesoría Urbanística del Ayuntamiento de Busturia. Nuestra asociación ha sido instruida por esos Arquitectos “en la práctica por el entorno inmediato, influido por lo cotidiano, lo local, por aquello que constituye el patrimonio, es decir los bienes comunes de una sociedad civilizada y consecuentemente implicado colectivamente en la construcción de Euskal Herria, a través de todos sus elementos identitarios, materiales e inmateriales”3 permanentemente hostigados antes por el fascismo, y ahora por políticos insensibles a los mismos, y técnicos que ponen por encima del interés general la “libertad dispositiva” de los Colegas de Profesión.

Z.D.U. Busturia
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1.-

Anastasio Arguinzoniz: Arquitecto vizcaíno nacido en Busturia en 1891 y que Fallece en Bilbao en 1976. Estudió en la Escuela de Arquitectura de Barcelona obteniendo el título en 1917 mientras trabajaba en el taller de Gaudí en la Sagrada Familia, con Doménech i Montaner y con Puig i Cadafalch. Llegó a ser profesor de dibujo y de matemáticas de su paisano Ucelay. Fue arquitecto municipal de Deusto, en los años 20. Luego lo fue de Bilbao, Departamento de Viabilidad, al anexionarse esta localidad a la anteiglesia. Abrazó en los años 30, pese al eclecticismo y el historicismo ambiente, la escuela racionalista, de calidad destacable, destacando su edificio de vivienda en la Plaza de Indautxu (1939). Al sobrevenir la guerra civil 1936-1939 dirigió la Unidad de Bomberos de Bilbao y colaboró con el Gobierno Vasco ocupándose, en colaboración con José Maria Ucelay, del pabellón de este último en la Exposición de París de 1937. En la inmediata posguerra siguió trabajando en el ayuntamiento bilbaíno en la misma línea que durante la década anterior. Sin embargo, en 1942 fue uno de los arquitectos inhabilitados por la Dirección General de Arquitectura, siendo expulsado por tal motivo del ayuntamiento. Elías Mas Serra, ha evocado su figura en un artículo, "Bilbao", núm. 77, Bilbao, noviembre de 1994.

2 .-
Un informe técnico es un análisis sobre un tema determinado con el fin de encontrar una solución o mejoría en algún aspecto de una entidad. El propósito de dicho encargo es profundizar en un problema y en último término resolverlo. El responsable del trabajo de análisis es una persona especializada en el tema que se propone, con la suficiente preparación y experiencia para comprender los diversos aspectos de un problema y, sobre todo, para que las soluciones propuestas sean eficaces en la erradicación del problema.
En líneas generales la estructura del informe sería la siguiente: una introducción en la que se contextualiza el asunto a tratar, un desarrollo técnico en el que aparecen datos y elementos diversos y finalmente un apartado de conclusiones, la parte clave del trabajo. Puede haber también información complementaria: fotografías, gráficos, estadísticas, etc.


3.-
Iñaki Uriarte, Arquitecto









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