“La izquierda abertzale debe confluir en una sola estructura orgánica”

Patxi Zabaleta Coordinador general de Aralar
“La izquierda abertzale debe confluir en una sola estructura orgánica”



Patxi Zabaleta (Leitza, 1947) dice que es momento de dar paso a otra hornada de políticos, pero mantiene que la izquierda abertzale debe confluir en una sola formación

NOTICIAS DE GIPUZKOA Javier Núñez Óscar Montero - Lunes, 18 de Agosto de 2014 -
 
Patxi Zabaleta, Coordinador general de Aralar.
Leitza- Patxi Zabaleta considera que ETA ha procedido ya a su desarme e insiste en que, al igual que sucedió con Herri Batasuna, los partidos que ahora conforman EH Bildu deberían confluir en una única formación que sería abertzale, de izquierdas y plural.

¿Por qué la decisión de abandonar la primera línea de la política?
-Ya anuncié en febrero que no iría de nuevo al Parlamento navarro. Seguiré en la política a otro nivel ya que tengo esa especie de virus metido en el cuerpo. Pero tengo 67 años, llevo muchísimos años en la política y vienen tiempos nuevos. Seguiré interviniendo en lo que pueda ser positivo.

El anuncio de Laura Mintegi, ahora el suyo... ¿No son demasiadas coincidencias? ¿Ocurre algo en el seno de la izquierda abertzale?
-Son cambios normales que se dan en todos los partidos, se han dado siempre en todos los partidos y nunca ha pasado nada. Nadie tiene que buscar elementos extraños.
Pero reconocerá que llama la atención la marcha de Mintegi apenas dos años después de optar a ser lehendakari. ¿Le ha sorprendido?
-Laura fue candidata a lehendakari y la izquierda abertzale está llamada a tener lehendakari a medio o largo plazo. Sin embargo, Laura no estaba en la primera línea de la política cuando se presentó candidata y eso suele influir mucho. Yo, pese al tiempo que llevo en la política, no he sido profesional de ella y he tenido siempre las maletas preparadas, pero cuando alguien desembarca en la política tiene más facilidad para marcharse.
¿En EH Bildu se están imponiendo las tesis de Sortu?
-No. Ese es el análisis del PNV. Cuando Andoni Ortuzar dice que todo lo que toca la izquierda abertzale se acaba rompiendo, no se da cuenta de que luego, sin embargo, es él quien se reúne, y además con mucho énfasis, con Sortu. En Aralar estamos muy satisfechos de las aportaciones a la política vasca. Pero dicho eso, creemos que el destino normal de la izquierda abertzale es la unificación.
¿Sortu y Aralar en una única estructura organizativa? ¿Eso significa que Aralar tiene fecha de caducidad?
-Aralar puede subsistir indefinidamente porque tiene un bagaje ideológico suficientemente importante. Pero la vocación de Aralar es la que está escrita en su quinto congreso, que es confluir con la izquierda abertzale que algunos denominan oficial. La izquierda abertzale tiene que ser un espacio plural y diverso, a la vez que tenga estructuras comunes en una única organización.
¿Partidos como EA o Alternatiba tendrían cabida en esa estructura?
-Claro que tendrían cabida. Tienen un recorrido democrático de izquierda. No soy quien para decir que EA o Alternatiba deben estar ahí, ellos lo dirán. Pero sí lo soy para decir que la puerta debe estar abierta para ellos, si es que quieren. Herri Batasuna en su época era la unión de cuatro partidos que acabaron conformando una única formación.
¿Por qué se ha incrementado la tensión entre el PNV y la izquierda abertzale?
-El nerviosismo es mucho más evidente en el lado del PNV. Ortuzar comete un error en su no reconocimiento de EH Bildu como tal. Y repito, cuando dicen que todo lo que toca la izquierda abertzale se contamina o está solo para destruir, es algo que no se corresponde con la situación actual. La confrontación, que debe existir, entre el centro-derecha abertzale y la izquierda abertzale tendría que ser por las inversiones públicas, los presupuestos o por las políticas fiscales. Por este tipo de cuestiones.
En su último comunicado ETA aseguró que había desmantelado sus estructuras operativas y logísticas derivadas de la lucha armada. Para la mayoría de los partidos fue insuficiente y, sin embargo, usted lo calificó como algo muy positivo.
-Sigo diciendo que eso fue el anuncio del desarme. Si el Estado hubiera sido suficientemente responsable como para supervisar ese tema, se podría haber hecho de otra forma. El Estado no ha querido verificar el desarme e incluso hizo el mayor ridículo internacional al llevar a la Audiencia Nacional a los verificadores. Así, el único camino que quedaba era el de la unilateralidad. Tal como ocurrió con el cese de la lucha armada, ha ocurrido ahora con el desarme. Dentro de seis meses todo el mundo se dará cuenta de que el desarme se ha producido y dentro de un año nadie lo pondrá en duda.
Si se ha dado el cese de la violencia y, a su juicio, también el desarme, ¿cuáles son los siguientes pasos?
-El reconocimiento de las víctimas. Y digo que quien lo puede hacer de forma organizativa es la organización civil y desarmada ETA.
¿El último paso de ETA tiene que ser la disolución? ¿Por qué no ha dado ese paso que se le reclama?
-He defendido, también en solitario, que ETA tiene que seguir existiendo como existe el IRA, que no se ha disuelto. Y nadie lo considera como un obstáculo en Irlanda. ETA ha vuelto a sus orígenes, ya que en sus inicios no fue una organización armada. La motivación de los que fundaron ETA y de los que entraron después era política. Otra cosa es que luego muchas cosas que hicieron no solo son censurables, sino condenables.
¿No va todo demasiado lento en todo este proceso de pacificación?
-Si el Gobierno de Rajoy hubiera estado a la altura de las circunstancias bastaba solo un decreto ley de un único artículo diciendo el cómo, el dónde y poniendo una autoridad judicial para verificar el desarme. Lo que pasa es que no existe voluntad. Además, insisto, a quien quiso ayudar se le llevó a la Audiencia Nacional. El que no ha estado a la altura de las circunstancias ha sido Rajoy y su Gobierno.
Pero si usted dice que todo el mundo es consciente del cese definitivo de la actividad de ETA, ¿Rajoy no actúa coherentemente al no hacer nada y dejar que corra el tiempo?
-Esa es la argumentación que ha utilizado Rajoy y su Gobierno y por eso ETA ha tenido que actuar de forma unilateral. Pero dada la actuación del Gobierno español, considero que la postura adoptada por ETA es la más coherente. Afortunadamente tanto el cese de la actividad armada como el desarme es producto de una decisión unilateral de ETA. Solos empezaron en la lucha armada y solos acabaron. Además, si ETA hubiese conseguido algún logro por el cese de la lucha armada o el desarme, entonces, ¿qué más se podía pedir? Ahora, sin embargo, se puede pedir todo. El hecho del cese unilateral de la lucha armada deja las manos libres a la política. Algo así como: podemos aspirar a todo porque no hemos condicionado a nada. Por eso defiendo la unilateralidad como algo que dignifica la política.
Hablemos de las víctimas. El preso Ibon Etxezarreta dio un paso de alto calibre al reconocer el daño causado y asistir al homenaje de Juan Mari Jáuregui, a quien mató su comando. ¿Qué pasos debe dar la izquierda abertzale o ETA?
-El reconocimiento tiene que tener un objetivo: la convivencia en igualdad. La referencia máxima de la igualdad es sin vencedores, ni vencidos. Hay que dar el paso de reconocer a todas las víctimas de todas las violencias. En los últimos doce años he repetido que Tomás Caballero -asesinado por ETA- es víctima, pero Germán Rodríguez -asesinado por la Policía en los sanfermines de 1978- también. Y así podemos ir poniendo nombres. Mientras no se sea capaz no solo de reconocer, sino de sentir el dolor del que está enfrente, habrá trincheras. Y para que no haya trincheras hay que sentir el dolor de quien está enfrente. Poco a poco se han ido dando pasos, cada uno a su ritmo. Etxezarreta hablaba de catorce rosas, trece rojas y una blanca. Otro pondrá diez rojas y cuatro blancas y habrá quien ponga todas blancas. Y hay quien todavía no ha puesto ni una blanca. Hay que admitir el ritmo y la velocidad de cada uno. Y no hay que dogmatizar con el ritmo de nadie.
Y los presos, ¿están dando también pasos a su ritmo?
-Por ejemplo, lo que están haciendo ahora los presos de la denominada vía Nanclares ya lo habían dado antes otros y sin la comprensión de los que están ahora en Nanclares. En el futuro habrá otros pasos. Las decisiones que adopta cada uno son todas respetables. Ahora mismo todos los presos, incluidos los del EPPK, han dado el paso de no renunciar a los beneficios penitenciarios. Los presos están pidiendo la libertad provisional, pero el EstLeitza- ado no lo da.
¿Tenían que haber optado antes a los beneficios penitenciarios?
-Todo preso tiene que aspirar a estar en libertad. Y los beneficios penitenciarios son siempre pocos y escasos. Debe haber siempre la aceptación de los beneficios penitenciarios, que son demasiado cortos. El Estado reconoce la existencia de presos políticos al imponerles una primera pena que es la dispersión. En el Acuerdo de Gernika se decía que la prioridad eran los presos enfermos y los que tienen mucha edad. Y al final hay que ir a la amnistía. Sabemos que está prohibida por la Constitución española, pero es perfectamente defendible.
Los jueces absolvieron a los jóvenes acusados de pertenecer a Segi, pero no han atendido el recurso por el ‘caso Bateragune’ y han condenado a los procesados por las herriko. ¿Una cal y otras de arena?
-Está ocurriendo lo mismo que pasó con el final de la insumisión. Cuando la insumisión fue contestada con la desobediencia civil, unas salas empezaron a absolver a los procesados, otras condenaban, todo ello dependiendo de qué jueces las ocupaban. Duró cierto tiempo, un año o quizá dos. Lo mismo sucede cuando tienen que juzgar lo que llaman “todo es ETA”. Hay jurisprudencia que empieza a decir que cómo se puede decir que todo es ETA. Hay algunos jueces que tratan de ponerse al día. El “todo es ETA” siempre fue injusto y el magistrado que más lo utilizó, Baltasar Garzón, debería empezar por hacer autocrítica. Ahora dice que los de Bateragune no deberían estar en la cárcel cuando fue él quien los apresó.
¿Si el Constitucional hubiera liberado a los condenados en el ‘caso Bateragune’ -entre ellos la hija de Patxi Zabaleta- sería reconocer que fueron injustamente encarcelados?
-En el caso de Otegi no se da solo el hecho de que su actuación fue exclusivamente política, está además el que su actuación fue para acabar con la lucha armada y parece que es algo que no se le perdona. En octubre llevarán cinco años de prisión y todo hace indicar que el Estado no quiere que nada evolucione y cierra los ojos a esa evidencia. La condena de Bateragune ha sido siempre injusta, pero en estos momentos es, además, obsoleta. Era un grupo que actuó para que cesase la lucha armada y les condenan porque aseguran que obedecían a ETA.
Otro de los debates importantes hace referencia al relato de lo sucedido en las últimas cinco décadas.
-Habrá mil relatos. Digan lo que digan los que quieren imponer uno. Para el relato hay que tener libertad y cada uno expondrá el suyo, que no tiene que ser igual que el de enfrente.
Barcina va a acabar la legislatura al frente del Gobierno navarro.
-Llegó gracias al voto de PSN y con los votos, entre otros, de Roberto Jiménez y compañía. En Navarra han decidido seguir gobernando y acabarán la legislatura, pero lo cierto es que la sociedad ha variado mucho y cabe vaticinar un cambio completo, con el PSN o sin el PSN. Seguramente será sin el PSN, porque la sociedad no se va a fiar de ellos. Todos los que se han arrimado a UPN han salido escaldados. Lo mismo sucedió con el CDN de Juan Cruz Alli. UPN ha protagonizado una política excluyente y acaba por hundir a todo aquel que se le arrima.
¿Puede haber puntos de acuerdo entre Geroa Bai y EH Bildu?
-En Navarra, y por lo que respecta al sector abertzale, debe haber un centro-derecha y la izquierda. Y esos espacios son ahora muy claros. Yo creo que Geroa Bai se ha convertido en un voto de centro-derecha, y lo digo con toda honradez. Aunque sé que no les gusta a algunos de ellos, es así. La política fiscal o de inversiones públicas que propone es de centro-derecha.
¿Cuál será la alternativa a UPN?
-El gobierno que vaya a acabar con UPN será transversal. Transversal en lo identitario, que es lo contrario a excluyente, el modelo de UPN. En ese gobierno transversal el santo y seña será EH Bildu, pero no podrá solo y tendrá que estar junto a Izquierda Unida, Podemos, Geroa Bai... junto a aquellos partidos que quieran sumarse a ese proyecto, incluido el PSN si quiere, aunque lo dudo.

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