Arzalluz admitió en 2006 que el PNV pedía dinero a las constructoras que licitaban en concursos públicos

Arzalluz admitió en 2006 que el PNV pedía dinero a las constructoras que licitaban en concursos públicos

Tomás Aldapa
Viernes, 11 de agosto de 2006

Arzalluz admite que el PNV pedía dinero a las constructoras que licitaban en concursos públicos
Xabier Arzalluz.
El ex presidente del PNV Xabier Arzalluz ha reconocido que su partido tenía por costumbre pedir dinero a las firmas que licitaban en concursos públicos, fundamentalmente constructoras. "No ocultas a los empresarios que tu partido tiene necesidades que cubre con mucha dificultad", explica el político ahora retirado en una reciente autobiografía. Se da la circunstancia de que el PNV es el partido que, proporcionalmente, más donaciones voluntarias recibe. Según el Tribunal de Cuentas, en 2003 ingresó 1,8 millones de euros por este concepto, la mitad de forma anónima. Su deuda con los bancos es también una de las más elevadas y rozaba los 21 millones de euros en 2003.

La autobiografía de Arzalluz está plagada de referencias a la corrupción política, fundamentalmente a la protagonizada por el PSOE en casos como Filesa, Ibercorp o el AVE. "Que me digan de dónde sacaron para financiar su impresionante campaña cuando el referéndum de la OTAN", se pregunta. Y es que el ex presidente del PNV reconoce que controlar los gastos publicitarios de un partido es casi imposible, "aunque seas de una sobriedad espartana". "Nos metemos en una dinámica de competencia absurda, innecesaria. Si todo el mundo bajara el pistón, el resultado sería el mismo y la campaña más honrada", prosigue.

El problema afecta especialmente a los partidos que alcanzan el poder, como el PNV. "Empiezas a tener la posibilidad de que te den dinero", admite. Y prosigue: "Ante lo cual se te abren dos posibilidades. La primera es exigir que te paguen un porcentaje sobre el precio total del encargo: te concedo esta obra, o te recalifico este terreno, o te encargo la fabricación y estos uniformes, o te asigno la contrata de tal o de cual, si tú pagas a mi partido el 4, el 5, el 8 ó el 10%. La segunda es: tú atribuyes estos trabajos conforme a la ley, por las vías de adjudicación establecidas, pero no ocultas a los empresarios que tu partido tiene necesidades que cubre con mucha dificultad".

“El PP se pilló menos los dedos”
Arzalluz reconoce implícitamente que el PNV practica este último sistema, que "es más limpio y evita muchas corrupciones". "El cobro de comisiones ilegales se sabe cómo empieza, pero no cómo acaba", asegura. Y después acusa al PSOE de haber practicado con descaro esta técnica, aunque también tiene palabras para el PP: "Estoy seguro de que a lo largo de sus ocho años de Gobierno también hizo negocios irregulares para financiarse. Pero quizá por la experiencia que tiene la derecha en asuntos de dinero, se pilló menos los dedos". Anteriormente ya había extendido estas prácticas a todas las formaciones: "Tengo el convencimiento de que todos los partidos importantes han recibido dinero de las grandes empresas. De las de la construcción, especialmente".
La financiación irregular del PNV es un tema recurrente en los informes del Tribunal de Cuentas, que en 2001 denunció que la cuarta parte de los ingresos de los partidos no son controlados. Destacaba especialmente los casos del PNV y de CiU, receptores de la mayor parte de las donaciones anónimas e incluso de fondos "no previstos legalmente" de las administraciones vasca y catalana. De hecho, la supresión de este tipo de aportaciones opacas es uno de los principales objetivos de la propuesta de reforma de la Ley de Financiación de los Partidos de 2 de julio de 1987, que lleva más de un año circulando por el Congreso de los Diputados.

Sea como fuere, el PNV dispone a día de hoy de un impresionante patrimonio inmobiliario valorado en más de 65 millones de euros y conformado fundamentalmente por batzokis y otras sedes del partido. No obstante, la mayor parte de él ha sido financiado por los propios afiliados, tal y como describe Arzalluz en su autobiografía: "La organización correspondiente compra el local a partir de créditos avalados por los militantes, y lo paga no sólo con lo que obtiene de las cotizaciones de los afiliados, que es muy poco, sino sobre todo, con los ingresos procedentes del bar y del restaurante".

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