TODOS QUEREMOS SER EL BILBAO BASKET

La Diputación Foral de Bizkaia ha perdonado al equipo de baloncesto Bilbao Basket el pago de impuestos por importe de 3,7 millones y le ha entregado, además, 1,5 millones de euros de subvención. Este es un hecho que no tiene muchos precedentes. En lo concerniente a conceder una subvención, sí los hay y, por cierto, muy numerosos. En lo que supone anotar impuestos impagados en la pared de la cocina y luego blanquearla, no se conocen.

Cientos de empresas, grandes y pequeñas, se han encontrado, desde que comenzó la crisis, en serias dificultades a la hora de pagar sus tributos a la Hacienda Foral. Han acabado por pedir un aplazamiento, que sólo se concede si se cubre la deuda con una serie de garantías y se paga, faltaría más, el consabido interés de demora. Estas empresas y miles de ciudadanos corrientes y molientes, que lo están pasando realmente mal por los dichosos recortes, observan, con una mezcla de sana envidia y gran enfado, esta decisión.

De hecho, la Diputación Foral de Bizkaia no perdona los impuestos al Bilbao Basket. En un primer momento, José Luis Bilbao hará entrega al Bilbao Basket de 5,2 millones de subvención. Entonces Gorka Arrinda pedirá un tiempo muerto y, en ese preciso momento, firmará un documento de liquidación de todas sus deudas tributarias. Y el partido continuará con toda naturalidad, como si nada hubiera pasado.

La Diputación de Bizkaia, además de con otras consecuencias administrativas, puede encontrarse con un juicio popular por su decisión. La propia Diputación Foral de Bizkaia, quizá en un intento de minimizar la cifra de dinero que realmente saldrá de la institución, ha presentado la operación como una cancelación de impuestos. Al menos, a eso ha sonado la explicación oficial.

El equipo ciclista Euskaltel, el Getxo de rugby, la Jarrillera de remo, el Baracaldo de fútbol, el Club de patinaje artístico de Sopelana, el Club Kiroleta de Bakio y un larguísimo etcétera en los que están incluidos todos los clubs deportivos de Bizkaia, pueden perfectamente alegar un hipotético cese de sus actividades para recibir dinero público. Sin olvidarnos de miles de ciudadanos de a pie que verían con muchísimo agrado cómo la Hacienda Foral les entregaba un dinerito para saldar su deuda anual y, además, les aportaba una suculenta propina para sus gastos.

Dice la Diputación —que, por cierto, no va a abonar a sus empleados la paga extraordinaria de Navidad— que el pago de 5,2 millones de euros al club está justificado porque la entidad deportiva lleva el nombre de la capital vizcaína por todo el mundo. Propongo que en la próxima reforma del IRPF se establezca una nueva deducción aquellos contribuyentes que, como el propio diputado general de Bizkaia, lleven el nombre de Bilbao en sus apellidos.

Además, hay otros muchos ciudadanos que se apellidan Etxebarri, Morga, Amorebieta, Gordejuela, Markina, Abanto, Muxika, Arrieta, Busturia, Murueta, Forua, Fica, Gámiz, Balmaseda, Ubide, Maruri, Aulestia, Orozko, Lezama, Garay o Izurza, por citar a una serie de poblaciones que, al igual que Bilbao, también son Bizkaia.

Los ciudadanos de a pie, ya que la Hacienda Foral no nos va a dar el mismo trato que al equipo de baloncesto, reclamamos, como mínimo, una acción del Bilbao Basket como co-dueños que somos del mismo. Creo que nos lo merecemos, aunque no midamos 2,05 metros de altura.



Comentarios