COSTA
Aportará tres millones de euros a los trabajadores, «siempre que las demás instituciones también colaboren»
30.12.11 - 02:28 -
La Diputación está dispuesta a aportar tres millones de euros a los trabajadores de la empresa Inama de Muxika para que gestionen la fábrica como alternativa al inminente cierre propuesto por el grupo Finsa. El departamento de Promoción Económica concederá esta ayuda, «siempre y cuando las demás instituciones colaboren», aseguró el responsable del área, Imanol Pradales. La Administración foral ha puesto como condición que el Ayuntamiento conceda la licencia municipal a la firma y el Gobierno vasco aporte una solución con respecto a los problemas medioambientales que presenta la planta. «Les apoyamos económicamente si entre todos ponemos un granito de arena porque la maderera supone uno de los motores económicos de la comarca», recalcó. Una de las soluciones que se barajan para evitar la desaparición de la maderera es que los trabajadores formen una cooperativa. «Tendrían nuestra colaboración en la búsqueda de socios y en qué líneas de producción serían interesantes continuar para evitar la desaparición de 150 empleos que repercutirían fuertemente en Busturialdea», destacó.
El comité de empresa de Inama y representantes de la Diputación mantienen reuniones periódicas para intentar avanzar en la búsqueda de una solución. La planta se halla en estos momentos en concurso de acreedores y los trabajadores elaboran un plan de viabilidad que determine qué producto resulta comercial en la actual coyuntura. «La Diputación nos otorga un dinero para poder solucionar los problemas medioambientales, pero ahora tenemos que valorar si en estos momentos es factible vender tableros en época de crisis por muy valorado que sea este producto», manifestó el portavoz del comité, David Palacios.
Concentraciones diarias
Entre tanto, el cierre propuesto por el grupo Finsa continúa adelante. «El grupo apuesta por la continuidad, pero no da pasos para seguir con la actividad», añadió Palacios. Los trabajadores ocupan diariamente su puesto sin apenas maquinaria, desarrollando labores de limpieza y mantenimiento. Ante la falta de trabajo, los antiguos gestores van a proponer transformar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aprobado en junio y por el que los empleados no ocupaban su puesto durante siete días al mes, en expediente de suspensión para que estén regulados el 100% del mes.
A pesar de lo complicado que supone alcanzar una solución, los operarios son optimistas «porque es lo único que nos queda. Continuaremos con las concentraciones diarias para luchar por nuestro puesto», afirmó. La fábrica ofrece una estampa inusual sin el espeso humo que expulsaba a diario sus chimeneas.
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