Indignación. Gernika

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Indignación. Gernika

por Arantzazu Amezaga Iribarren, Bibliotecaria y escritora - Miércoles, 31 de Agosto de 2011 -

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EO en Magazine O el artículo de Andrés Trapiello y el abstract a la izquierda, decorado con el caballo del Gernika de Picasso, cuya simbología debería leer en el Quosque Tandem de Jorge Oteiza, pues no responde a su intención, y que dice textualmente: "ETA ha asesinado tres veces más que las bombas alemanas que cayeron en Gernika en 1937". Ante semejante afirmación, descarada y analfabeta, amparada por autores no académicos y por cierta información de internet, me indigno. Soy hija de Gernika: después de su destrucción, mis padres como otros doscientos mil vascos (¿cifra también exagerada?), iniciaron su éxodo, el camino de su derrota, tras la cumplida defensa de su territorio y de su gobierno durante casi nueve meses, en los cuales ni un día pasó sin que Mola les echara desde sus aviones, octavillas con los mensajes de aviso de la destrucción de Bizkaia, que cumplió.

No solo sobrevolaron Euskadi aviones alemanes, sino italianos y franquistas. Primero fue Otxandio, luego Durango, siempre Bilbao, terminando en Gernika, la ciudad simbólica de las libertades vascas y, en el siglo XVIII, europeas, alejada 20 kilómetros del frente. La población de Gernika era de seis mil personas, doblada ese día por la feria y los refugiados de Gipuzkoa.

Tras bombardeos matutinos por la zona, Gernika, que celebraba su feria y un acto religioso donde se cantó (¿premonición?) una misa funeral con el Liberame de Perosi, se suprimen los actos vespertinos. A las 4.15 pm una compacta flota de aviones Junkers 52, Heinkel III, 51 y 52, más cazas de la Aviación Legionaria Italiana, irrumpen en el cielo y bombardean la villa con profusión de bombas incendiarias, hasta la 7.45pm de ese 26 de abril de 1937. Consumado el holocausto, se retiran a los aeródromos de Burgos y Gasteiz, de donde habían partido. Wolfgang von Richthoffen, de la Legión Cóndor, dirigió la operación Rügen, registrada por los alemanes con un nach und durck Spanien (paso para y a través de España). Apoyaban así la guerra de Franco, Mola y Sanjurjo, militares insurgentes a la República, que duró 3 años con un saldo de un millón de muertos y, el primero, una dictadura de 40 con un coste humano de sufrimiento y represión que aún no se ha podido registrar. Igual no hay cifra para ello.

Tran tremenda fue la reacción a la acción que el franquismo actuó como sabía actuar: con la mentira

Los testigos presenciales hablan de 2.000 muertos. Se quemaron las casas hasta los cimientos, lo previsto en una incursión que tenía como finalidad ver en cuanto tiempo se destruía una población por la aviación, y los archivos. El alcalde Labauria afirmó: "Gernika no existe". Testigo de excepción fue el cronista de guerra George Steer, y Telesforo Monzon, consejero de Interior del Gobierno de Agirre, que dejó dicho de aquella horrible inspección: Begira. Au ez da ikusten bizixanbein baño.

Tan tremenda fue la reacción a la acción, que el franquismo actuó cono sabía actuar: con la mentira. ¡La habíamos bombardeado los vascos! Así se mantuvo durante años el terrorismo de la palabra que encubrió la realidad de Gernika. Se reconstruyó la ciudad con presos políticos en condiciones propias de un campo de concentración nazi. En 1964, ante una convocatoria clandestina del Gobierno Vasco/Eusko Jaurlaritza en París, de las fuerzas políticas que sobrevivían en el exilio y en el interior como PNV/EAJ, de la organización EGI Caracas que inundó el país de boletines y del histórico póster del joven inclinado ante el árbol, Gazte bat Gernikan, una multitud inundó la ciudad, ante la estupefacción de las fuerzas opresoras, afirmando con su presencia pacífica pero inexpugnable, que los vascos estábamos en la decisión de recobrar nuestras libertades y sobrevivir a la destrucción de Gernika. Creo que fue entonces cuando se le dio otro giro a la mentira: que no eran tantos los muertos, apenas doscientos, dejando de lado el asunto del autobombardeo vasco, y aceptando, a regañadientes, que fue alemán. Gente como esta sigue negando el holocausto judío.

Recomiendo a Trapiello, como bibliotecaria, que se documente. Que lea los testimonios de testigos presenciales: George Steer, Joseba Elosegi, los partes del Gobierno Vasco, del alcalde, las memorias de Richthoffen… la reciente tesis doctoral en Filosofía del ya Doctor en Historia, Xabier Irujo, que plantea la Filosofía del Terror, teniendo como eje la destrucción de Gernika, aprobada con suma cum laude por un tribunal de la Universidad del País Vasco.

Que estudie el Gernika de Picasso, uno de los mayores impactos visuales de la Historia del Arte contra el terror de la guerra. Que vea documentales de la Segunda Guerra Mundial, antes de pronunciarse con tanta banalidad, sobre un tema tan puntual en la historia militar aérea, pues el terror inicial que se sembró en Gernika repercutió en Madrid, Londres, Rotherdam, Hiroshima… no ha parado.

Es inadmisible comparar Gernika con cualquier otro sucedido bélico. Fue un acto primero de terror aéreo desconocido por la humanidad hasta entonces. Un ensayo de destrucción desde el aire hasta los cimientos de una ciudad. Lo terrible es que aun se siguen cerniendo sobre tal apocalipsis, la frivolidad intencionada de unos pocos que parecen creer que los demás somos tan iletrados como ellos.

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