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INTENTOS DE REVISIÓN
Reviven la tesis franquista de la muerte de Carrero
"Todo mentira". Iñaki Pérez Beotegi "Wilson" reaccionaba con indignación cuando se le planteaba si ETA pudo tener ayudas, incluso de la CIA, para acabar con Carrero Blanco, el sucesor de Franco. Aquella vieja tesis, acuñada por el franquismo para minimizar el impacto del golpe al régimen, es relanzada ahora, en un momento en que se intenta reescribir toda la historia de ETA.11/06/2011 8:35:00
DONOSTIA-. Después de 38 años, la acción  políticamente más importante de la historia de ETA vuelve a ser motivo  de controversia interesada. El 20 de diciembre de 1973, de modo  completamente inesperado, el "comando Txikia" infiltrado en Madrid por  la organización armada hacía volar por los aires al almirante Luis  Carrero Blanco, presidente del Gobierno español, dando un golpe letal a  los planes de futuro de Francisco Franco. La llamada "Operación Ogro"  llevaba décadas sin provocar debate, pero en las últimas semanas varios  medios han relanzado una vieja tesis que no ha contado jamás con pruebas  a su favor.
El gasteiztarra Iñaki Pérez Beotegi Wilson componía aquel "comando  Txikia". Antes de fallecer, hace tres años, fue preguntado varias veces  sobre si ETA había contado con alguna ayuda externa para acabar con  Carrero. En la serie documental ``Transizioa Euskadin'', emitida hace  unos años por ETB, se mostraba tajante: "Todo mentira". Simplemente,  añadía, "el régimen no pensaba que se podía hacer un atentado así, creía  que eran intocables". Wilson también fue abordado, con cámara oculta,  para un reportaje de Telemadrid, y ahí se mostraba aún más expresivo  cuando se le planteaba si los servicios secretos estadounidenses  tuvieron algo que ver: "¡Pero qué coño la CIA! Son una banda de  borrachos, no se enteraron de lo de Carrero ni lo del 11-S. No se  enteran de nada". ¿Y colaboró acaso el PCE? "Si no lo hacemos nosotros,  no lo hace nadie. Al Partido Comunista le dejamos en evidencia cuatro  chavales desviados con pájaros en la cabeza -ironizaba-. Y escuché decir  a gente del PNV: No puede ser porque los vascos no matan a nadie. ¡Qué  me vas a contar a mí la película!".
ETB, a la cabeza
Pero la "película" de la que hablaba Wilson sigue ahora, cuando  parecía haber puesto el The end hace años. El domingo se estrenó la  miniserie ``El asesinato de Carrero Blanco'', dirigida por Miguel  Bardem, que vuelve a incidir en las "incógnitas" del caso. Nacho Faerna,  su guionista, sostiene que "hay cosas no suficientemente explicadas.  Estoy dispuesto a afirmar, sin comprometerme demasiado, que hubo  pasividad. Carrero tenía la confianza de Franco, pero no pertenecía a  ninguna de las familias del régimen".
Nada nuevo, en realidad. En otro especial sobre el tema emitido  recientemente por el programa ``Cuarto Milenio'', de Cuatro, se  recordaba que Fernando Herrero Tejedor, fiscal del Tribunal Supremo y  que había sido secretario general del Movimiento, investigó la opción de  que ETA hubiera tenido ayudas importantes. Obviamente, para el régimen  era difícilmente tolerable haber sufrido tal zarpazo en su propio  territorio, por una organización separatista y sin capacidad siquiera de  detener a los responsables (hubo un centenar de arrestados en Madrid  tras la explosión, pero los cuatro activistas vascos lograron huir).  Herrero Tejedor no halló lo que buscaba, y la tesis de la conspiración  pasó al olvido... hasta hoy.
El revival repentino del caso puede resultar desconcertante... o no.  Ciertamente no hay motivos coyunturales que justifiquen este repentino  interés (no se cumple ningún aniversario del atentado, por ejemplo),  pero también resulta evidente que desde algunos sectores se impulsa un  revisionismo de la historia de ETA. Y si hace unos meses se lanzó una  campaña para imputarle la muerte de la niña Begoña Urroz como primer  atentado de su historia, cuando en realidad fue cometido por otra  organización, ¿por qué no tratar de quitarle la bandera de la muerte de  Carrero Blanco, que convirtió a ETA en vanguardia de la lucha  antifranquista y multiplicó su influencia y su apoyo social en Euskal  Herria en los años 70?
ETB se ha situado a la cabeza de esta dinámica. Alberto Surio, su  máximo responsable, repetía hace un mes que entre las prioridades del  ente está "deslegitimar" a ETA, y en su comparecencia se citó este  trabajo entre otros. Pero la emisión de la miniserie, que concluye  mañana, estuvo precedida por la de un documental más sorprendente aún,  una semana antes: ``Carrero Blanco, el consejero fiel'', también  coproducido por ETB.
Hasta el PNV ha puesto el grito en el cielo por su contenido. Su parlamentario Luke Uribe-Etxeberria ha planteado varias preguntas al respecto en la Cámara de Gasteiz.
Hasta el PNV ha puesto el grito en el cielo por su contenido. Su parlamentario Luke Uribe-Etxeberria ha planteado varias preguntas al respecto en la Cámara de Gasteiz.
Destaca que el trabajo "hacía una descripción semilaudatoria de la  figura de Carrero Blanco y subrayaba características de su persona,  familia y aficiones, sin apenas incidir en la auténtica naturaleza y  obra del régimen al que sirvió con absoluta vehemencia y  convencimiento". Por contra, apenas reflejaba que El Ogro fue "fiel a un  régimen opresor, totalitario, golpista, corrupto, violento. Un régimen  que tuvo la voluntad de aniquilar, entre otros, los derechos y los  sentimientos personales y colectivos del Pueblo vasco". Y, en fin,  obviaba que "Carrero Blanco fue copartícipe, de manera sistemática y  estructural, de manera directa y consciente, de la violación de derechos  humanos a través de las altas responsabilidades que ostentó en el  régimen franquista".
Eva Forest
El atentado contra Carrero Blanco fue reivindicado por ETA el mismo  día, en un comunicado leído por Radio París que lo situaba como "justa  respuesta revolucionaria de la clase trabajadora y de todo nuestro  pueblo vasco a las muertes de nuestros nueve compañeros de ETA", entre  ellos Eustakio Mendizabal, Txikia, que dio nombre al comando. Añadía que  Carrero "constituía una pieza clave garantizadora de la continuidad y  estabilidad del régimen franquista" y vaticinaba que la acción  "significará un avance fundamental en la lucha contra la opresión".
Los militantes del comando, además, fueron entrevistados por Eva  Forest para el libro que reconstruyó el atentado: ``Operación Ogro''.  Forest lo firmó con seudónimo, y diez años después, en 1983, ironizaba  sobre el cúmulo de patrañas y tergiversaciones que había escuchado sobre  una acción que conocía al dedillo por su labor periodística: "Durante  meses, esforzándome por contener la risa, tuve que oír de personas muy  `enteradas' los relatos más pintorescos y constatar la frivolidad con  que algunas gentes se lanzaban a la difusión de las noticias más  peregrinas".
ETA, según el Consulado de EEUU en Bilbo
(Extractos del documento confidencial remitido por el cónsul de  Estados Unidos en Bilbo al Departamento de Estado el 5 de septiembre de  1975)
"(...) Las acciones violentas, mayoritariamente atribuidas a ETA V,  aumentaron de modo alarmante a finales de 1973 con el asesinato de  Carrero Blanco, presidente del Gobierno español, y culminaron con la  promulgación, en abril de 1975, del quinto Estado de Excepción en el  País Vasco desde 1967. Después de una lista de 47 victimas (incluyendo  11 miembros de la ETA) durante la campaña terrorista de 1974-75, el  Gobierno español proclamó una Ley Antiterrorista a nivel estatal que es,  de hecho, más represiva que cualquiera de los Estados de Excepción  conocidos hasta ahora.
Con esta reacción, el Gobierno español puede haber impulsado el  proceso de tensión en el País Vasco más que cualquier seductora  filosofía política que ETA pudiera inventar. Tomás Marighela, el teórico  brasileño de la Guerrilla Urbana, dejó sentada la estrategia que emplea  ETA hoy. De acuerdo con esta estrategia, se pretende obligar a que la  policía reaccione con dureza hasta el punto de hacer la vida casi  insoportable a la población del país, que se uniría así a los  guerrilleros después de perder la fe en que el gobierno fuera a  protegerlos. Los grupos de "vigilantes" de derecha (como los  "guerrilleros de Cristo Rey") que operan en el País Vasco desde hace  pocos meses, han causado tanto miedo como ETA misma".
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