REPORTAJE 
¿Quién mató a Pertur?
Un documental de Ángel Amigo subraya la posible autoría de neofascistas italianos en la desaparición en 1976 del miembro de ETA Eduardo Moreno Bergaretxe ¿Quién mató a Pertur?
EL PAÍS LUIS R. AIZPEOLEA - Madrid - 20/03/2011
El 6 de octubre de 2010 fue asesinado en su casa en las afueras de Roma  Sergio Calore, testigo protegido de la justicia italiana y el  arrepentido más importante de los neofascistas, cuya confesión fue clave  para que su organización fuera desarticulada. Calore -que fue degollado  siguiendo un rito mafioso- declaró el 25 de marzo de 2009 ante la Corte  de Apelación de Roma por la comisión rogatoria del juez de la Audiencia  Nacional Fernando Andreu por la desaparición del dirigente de ETA  político-militar Eduardo Moreno Bergaretxe, Pertur, el 23 de julio de 1976, un enigma de la Transición española pendiente de resolver.
Calore confirmó ante el juez Andreu la colaboración de los  neofascistas italianos, en los años setenta, con los servicios de  seguridad españoles en acciones contra miembros de ETA residentes en  Francia como un componente más de sus ataques contra militantes de  izquierda, siendo especialmente visible la de Montejurra en mayo de  1976, en la que se cometieron dos asesinatos.
Antes de comparecer  ante el juez Andreu, las declaraciones de Calore ante la justicia  italiana habían dado lugar a la apertura de un proceso judicial  instruido por los atentados de ultraderechistas italianos contra  refugiados de ETA en el sur de Francia, que no progresó en su momento  debido a la falta de colaboración de la justicia española. Un documental  escrito y dirigido por el productor de cine vasco Ángel Amigo y  titulado El Caso Calore. Asesinato de un testigo protegido apunta  la hipótesis verosímil de que los neofascistas italianos pudieran ser  los autores de la desaparición de Pertur en 1976 en el sur de Francia  sin descartar la versión más instalada de la autoría de dicha  desaparición: los comandos especiales de ETA, que en aquella etapa  estaban enfrentados a Pertur por razones de estrategia.
El  documental revela cómo uno de los testigos del sumario italiano, el  neofascista Angelo Izzo, declaró ante el Tribunal Penal y Civil de Roma  en febrero de 1984 que el dirigente neofascista Pierluigi Concutelli  había participado en el sur de Francia, a las órdenes de Stefano della  Chiae, en el secuestro de un miembro de ETA, al que narcotizaron,  trasladaron a España y entregaron a un miembro de los comandos anti-ETA.  Este le dijo que lo torturarían y luego lo harían desaparecer. En  aquellas fechas, el secuestrado solo podía ser Pertur.
Concutelli  estuvo refugiado en España en el período 1975-77 y participó en  Montejurra. Fue detenido pocos meses después en Roma acusado de haber  asesinado al juez Occorsio, en julio de 1976, con una metralleta Ingram  que la Justicia italiana acreditó que había sido comprada en Estados  Unidos por la Comisaría Central de Información de Madrid y en cuyo  albarán de compra aparecía el nombre del comisario Conesa.
En  julio de 2007, la familia de Pertur conoció el procedimiento penal  instruido por la Justicia italiana con relación al asesinato de Occorsio  por Concutelli y su participación en atentados contra ETA en el sur de  Francia, como acreditaron los testimonios de Izzo y de Calore.
Dicho  conocimiento propició la petición de la familia de Pertur de reabrir el  caso en la Audiencia Nacional en mayo de 2008. La reapertura fue  avalada por el juez de la Audiencia en base a la doctrina de la Asamblea  General de la ONU que establece que todo acto de desaparición forzosa  no prescribe mientras sus autores continúen ocultando el paradero de la  persona desaparecida y no se hayan esclarecido los hechos.
Ya a  mediados de los noventa, cuando en España estaba instalada la tesis de  que fueron los comandos especiales de ETA los que hicieron desaparecer a  Pertur, una gestión realizada por el entonces subdelegado del Gobierno  en Guipúzcoa, Juan Mari Jáuregui, concluyó que no cabía descartar  ninguna hipótesis. Jáuregui, que se significó por el esclarecimiento del  caso de los desaparecidos Lasa y Zabala, fue asesinado por ETA en 2000.
Además,  en torno a la desaparición de Pertur se produjeron algunos hechos  extraños que resalta el documental de Amigo y la querella de la familia  de Pertur ante la Audiencia Nacional.
Dos meses antes de desaparecer Bergaretxe, el 30 de mayo de 1976, el diario La voz de España,  controlado por el régimen y editado en San Sebastián, publicó un texto  en el que se refería a un supuesto "cheque al portador" por importe de  10 millones de pesetas "para matar a quienes mataron" que, estaba  extendido sobre fondos de un banco suizo.
En el mismo texto se  especulaba con el inicio de una ofensiva contra los dirigentes de las  dos ramas de ETA promovida por personas que habían puesto precio a los  militantes más conocidos. En la lista aparecía Pertur. La Triple A  reivindicó su desaparición a los tres días de producirse y una semana  después lo hizo una marca que, posteriormente, tendría mucha presencia:  el Batallón Vasco Español.
En los días inmediatamente posteriores a  la desaparición de Pertur, el comisario jefe de la Policía de Irún,  Eduardo López Maturana, detuvo a su madre, Marta Bergaretxe, cuando  trataba de cruzar la frontera en busca de noticias. Y con la excusa de  que quería protegerla de una amenaza que no precisó, la retuvo  ilegalmente tres días en su propio domicilio.
Según documenta la  justicia francesa, al mismo tiempo que el jefe de la Policía de Irún  retenía a la madre de Pertur, dos gendarmes comunicaban a Pierre  Larzabal, el cura de Sokoa, y al letrado Abeberry, conocidos  nacionalistas vasco-franceses, la propuesta, trasladada expresamente  desde la comisaría de Irún, de que si aparecían los policías José Luis  Martínez Martínez y Jesús María González Ituero la madre de Pertur  recobraría su libertad. Tres meses antes, la tarde del 4 de abril de  1976, ambos agentes desaparecieron en las proximidades de un cine de  Hendaya, en una acción atribuida a ETA.
El 28 de julio de 1976, el diario vespertino de la cadena del Movimiento Unidad,  editado en San Sebastián, formulaba la siguiente pregunta: "¿Canje del  etarra por los dos inspectores secuestrados?". El texto señalaba "la  posibilidad de que el presunto grupo de la extrema derecha que lo haya  secuestrado quiere llegar a un entendimiento con ETA, que está  relacionado con otro asunto similar. El acuerdo podía ser canjear a  Pertur por los dos inspectores de policía de San Sebastián que  desaparecieron el 4 de abril en Hendaya".
Estos hechos coinciden  en el tiempo con la propuesta que un agente del contraespionaje francés  hizo al entonces dirigente de ETA político-militar Sabin Achalanbaso,  compañero de Pertur. Se trataría de intercambiar información sobre el  paradero de Pertur a cambio de información sobre el paradero de Carlos  Ilich Ramírez, más conocido como el terrorista Carlos, detenido a principios de los noventa y luego encarcelado en Francia.
Treinta  y cinco años después, la investigación sigue abierta. La familia de  Pertur ha solicitado las declaraciones de López Maturana y del ex  gobernador civil de Guipúzcoa Emilio Rodríguez Román. La desaparición de  Pertur se enmarca en un contexto de colaboración entre organizaciones  fascistas a escala internacional contra destacados izquierdistas, con el  apoyo de los restos de aparatos estatales totalitarios y de una  potencia desconocida, según el documental.

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